14 de junio de 2005

Pablo: Preparados, Listos.


Me ha telefoneado mi cuñado.

Se ha enterado por mi hermana –que se ha debido reír más que la médico- de mis avatares (Avatar, una de las cartas de El Señor de los Anillos, serie negra).

-¡Nos vemos esta tarde en mi despacho! Prepárate la entrevista y las preguntas que generan tu CV. ¡A trabajar, muchachote!

Mi cuñado es una persona muy proactiva.

Sé que ha leído a Stephen Covey, que ha asimilado sus 7 hábitos, que se ha hecho una persona muy efectiva. Se dirige a sí mismo de dentro hacia fuera.

A mí también me dirige. De afuera adentro. Yo estoy fuera. Él me obliga a estar dentro. Al menos dentro de su despacho esta tarde.

Y sigo con el dolor de estómago.

El chicle de los pantalones desapareció.
Corté el trozo contaminado por la bola de goma de mascar y le pegué una rodillera de cuero encima del roto. Una de esas piezas que se adhieren con el calor.

El pegamento se ha calentado y ahora impide que se me vea la ropa interior, mis slips blancos tradicionales.

Al terminar de planchar me lo he puesto inmediatamente.

Creo que la pieza de cuero se ha pegado a mis calzoncillos también. Aún estaba caliente el adhesivo.

Bueno, voy a sacar una copia del currículo por la impresora y a elaborar una lista de preguntas.

Lo de los calzoncillos... esta noche lo comprobaré.
Me acostaré desnudo. Espero que no se den cuenta en casa.

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