Elecciones europerras. Pardon. europeas.

¡Que purgue la lista! No quiero hacerlo. 

Pero es imprescindible. El optimismo crecerá y la crisis se superará cuando cada una de las listas se purgue.

- He preguntado. No me han querido responder. 

- Tampoco es necesario renunciar a los elementos de la lista. Incluso podría ampliarla. 

- De hecho, purgarla me beneficiaría, al menos a corto plazo. 

- Aunque la sociedad puede penalizarme.

- ¡Purgo! Me da igual la sociedad. 

- Si, le comprendemos -habla la sociedad, por boca de...- pero hace falta un esfuerzo. Siga jugando.

- ¿Purgo o no purgo?

- Vote. En cualquier caso, vote. El partido, digo, la sociedad, necesita de su aportación.

- Entonces, que me compre el coche.

- Y que vote.

- ¿Me saco el carnet?

- Sería un aliciente para las autoescuelas. Y si lo contrarresta con una bicicleta de aluminio.

- Pero es que fumo.

- Masque chicles de menta mientras pedalea. No se olvide de seguir pedaleando.

- ¡Quiero parar!

- Se dará una leche, entonces, con perdón.

- ¿Con perdón de quién?

- Usted siga jugando. Los que van perdiendo siguen invirtiendo para recuperar. Usted, bueno, ustedes, van perdiendo. Les conviene seguir jugando.