5 de diciembre de 2005

Comidas de empresa a la vista.


Las comidas de empresa amenazan en el horizonte.

La nuestra será el 21 de diciembre y tendrá lugar en algún lugar de diseño y sofisticación.

A partir del día 10 de este mes se podrá ver cola delante de comercios - espacios como las tiendas de jabones de colores:

-Deme 45 porciones de 75 grs cada una. Son para la comida de empresa.

No les invitarán a lavarse y perfumarse antes, no. Es un detalle. Nada más. No es una indirecta.

Además, que decirle a alguien que apesta no es fácil.

En la escala de situaciones estresantes, para los jefes, es de las situaciones que más ansiedad genera. Lo suelen dejar en manos de los recursos inhumanos.

¿Te puedes imaginar que lo hicieran? Bueno, yo lo haré por ti:

-Thalasos, te duchas con Aurora, la Directora de Asesoría Jurídica y con el Gerente de Consultoría de Alicatado de Baños en el Sector Público o no asistes a la comida. Tu verás.

Desternillante: Todos saliendo de la oficina con olor a limones salvajes, melón y regaliz. Sólo nos faltará una piruleta con el logotipo de la empresa en el celofán del envoltorio agitada al viento como el banner o estandarte de le empresa.

En el caso que me ocupa en este post de la libretilla -ya comparto el término acuñado por Indah-la mujer de la foto no parece disfrutar de una comida de empresa.

Aparte de por la edad, que permite deducir que no es trabajadora por cuenta ajena,
la risa franca que embarga su espíritu, llenándolo de felicidad también da pistas.

Esa alegría no suele presidir las comidas de empresa. Quizás a la hora de los chistes tras la segunda copa y una vez que los jefes han huido de la reunión hace rato –porque se temían la ruptura con el protocolo y el consiguiente chorreo que se les vendría encima.

-Y ¿de qué se ríe? ¿De tus casposos postcads?

-Estamos crueles hoy, ¿no? Se ríe de sus ocurrencias frente a la música.

-¿Lo qué?

-Alguien ha dicho que esa música hay que oírla moviendo y agitando hacia delante la cabeza.

-Y ella ha respondido: ¿Cómo las palomas? Y ha iniciado el baile rítmico de cabeza, soportando sus vértebras en la fortaleza menguante de sus diminutos músculos trapecios.

-Bueno ¿y la risa? ¿De qué se ríe la buena señora?

-De un tema heavy tocado a la guitarra que está escuchando en un ipod.

-Y qué tema es ese tan simpático. Porque yo también quiero reírme.

-Es el Nothing Else Matter, tocado a dos guitarras.

-¿Y qué tiene de gracioso?

-Que lo está tocando su nieto. Que ha grabado las dos guitarras en distintas pistas. Que ha entrenado como 120 horas para aproximarse a las notas del virtuoso de Metallica, Kirk Hammett.

-Pues aún así, no veo a qué viene la risa.

-Durante la comida de empresa a ti te va a tocar esperar a la segunda copa, a los chistes malos y a que los jefes se marchen. Para obtener unas sonrisas que van a ser lo más parecido al sexo de pago. Y además te vas a rascar el bolsillo. La segunda copa de la plantilla la vas a perder, jugándotela a los chinos. Acuérdate.

-¡Será cenizo!

-Mira la foto otra vez y aprende a comportarte a los 85 años.

-Yo, afortunadamente, no los tengo aún.

-Estás a tiempo de aprender a disfrutar de las pequeñas – grandes cosas. De ir entrenando. Mira la foto. ¿Inteligencia emocional? Naturaleza humana.