20 de noviembre de 2005

Pablo: La interpretación de la bonhomía.


Me ayudan a levantarme. María se aleja hacia la barra en compañía de mi cuñado.

Gervasio compensa al celador por la destrucción del elefante flotador. Parece no estar de acuerdo.

-El elefante era de la niña y ese cariño no queda compensado por el dinero, no señor.

-Setentaycinco, ni un euro más.

-De acuerdo. Así la niña lo comprenderá.

Mientras ellos discuten sobre el cariño, Cecilia entra en el bar y se dirige a mi. La gente se vuelve para mirarla. Los hombres se dan codazos.

-Necesito tu falda, digo, mi falda.

-¿Ahora mismo?

-Acaba de volver el cirujano de un congreso en Miami y no quiero que me vea así. Hace dos meses que me denunció a la dirección del hospital por acoso y lo único que me falta es darle nuevos y mejores motivos.

-Pero usted no le acosó, ¿verdad?

-Sólo un poquito. En el ascensor. Pero yo estaba en tratamiento con hormonas. Fue una reacción química.

-Y ¿dónde me la quito?

-Aquí mismo. Te he traído esta falda escocesa que me he encontrado en el armario. Debe ser de un individuo que tuvimos ingresado hace algún tiempo. Un hincha del Celtic de Glasgow con deliriuns tremens.

-Suena a enfermedad horrible.

-A lo que suena es a cogorza especial de calimocho y mahus. Le entraron en su cuerpo más litros de líquido que a la bañera O’neill.

-¿Un amigo suyo, Cecilia?

-¡Déjalo! Parece que el deporte no es lo tuyo. Devuélveme mi falda y te doy la skirt escocesa.

Allí mismo nos cambiamos. La verdad es que lucía mejor la enfermera con su falda blanca apenas por encima de la rodilla que no con la otra falda, que apenas superaba el tamaño de un cinturón de halterofilia.

En ese preciso momento entró madame bovary, con un portafolio de plástico transparente en la mano.

Cecilia aprovechó para salir de escena.

-Pablo, ¿dónde está don Gervasio?

-En la barra. Allí al fondo. ¿Lo ve?

Se acercó a la barra. Yo me quedé esperando junto a la mesa. Alguien entró, me miró sonriendo y me guiñó el ojo. Retiré la mirada y la fijé en el suelo. El elefante de goma me miraba con el único ojo de cristal que se mantenía en su cara. Con el otro jugaba un niño, metiéndoselo en la boca y escupiéndolo contra el elefante, al momento. Una personas, que debían ser familiares, aplaudían.

-¡Písalo, hijo, písalo!

-Pablo.

-¿Sí, Gervasio?

-Tengo buenas noticias. La madame me ha facilitado tus resultados y estoy decidido a contratarte por un buen precio.

-Pero yo tendría que pensarlo, consultar con mi familia. Es un trabajo delicado y…

-¡Tonterías! Yo dispongo de un presupuesto y gracias a tus resultados me voy ahorrar una buena parte del mismo. No puedo perder oportunidades. ¡Tú me entiendes!

-No sé qué quiere decir. Si usted tiene un presupuesto…

-Sí, lo tengo, pero tú eres muy barato. Mucho. Lo dicen las pruebas.

-Sigo sin entenderlo.

-Verás. Mira este gráfico.

-¿Qué dice?

  • La primera impresión. 75. Nada. Sólo obtiene una puntuación menor que la tuya un yonki rehabilitado durmiendo en un banco del suburbano.
  • Trepismo. 35. Mal. Muy mal. Si estuvieras delante de la oportunidad de tu vida, borrarle los datos del portátil a quien opta al mismo puesto que tú, los guardarías, en lugar de depositar el aparato en la ducha.
-Pero hice la prueba de la cuerda. Y la de los tubos. Trepé.

-Tonterías. Vamos a seguir:
  • Inteligencia. Nada. Tú no eres peligroso.
-Pero si he terminado una carrera en la universidad.

-Pero no eres peligroso. Esta dimensión mide riesgos provocados por el intelecto. No vas a utilizar tu cerebro para obtener beneficios, maltratar el ambiente o redactar un contrato con letra pequeña. Tú, sencillamente, no puedes hacer eso.

-Bueno, si alguna vez hay que hacerlo...

-¿Ves lo que te digo? No tienes. Si tuvieras lo negarías.

-Prosigamos:
  • Honradez. Muy mal.
-¡Oiga, Gervasio! Eso no se lo consiento.

-No, ojo, si honrado sí eres. Pero es que esta escala se lee al revés. Es la falta de honradez lo que puntúa. Y tú tienes menos 80 puntos. Es que la media, hijo está en el cero. ¡Y tú no alcanzas ni eso!

-Bueno, yo pienso que la gente es honrada. La mayoría.

-¡Pero tienen un precio! Por eso la media es de cero. No son ni dejan de serlo. Todo depende.

Pero tú, ¡Menos 100! ¿En qué mundo vives? Si por lo menos dieras visos de vender la conciencia por un puñado de diamantes o de garbanzos. Sólo en caso de necesidad, ¡Ojo!

-Para terminar:
  • Suspicacia. Nada. Menos que nada.
-Y eso, ¿como se interpreta?

-Que te fías de la gente. Demasiado diría yo. Demasiado incluso para lo que es aceptable desde el concepto de bonhomía.

-¿Y esa que se ha saltado?

-¡Ah! Sí. ¿Afán de logro? ¿Tú que esperas conseguir de la vida y del trabajo?

-¿De la vida? Que sea larga.

-¿Del trabajo? Ser feliz con lo que haga, no arrepentirme de nada, aprender. Ser bueno. Ganar lo suficiente para que la vida pueda ser larga.

-¿Lo ves? Si las pruebas no mienten. Esto es la ciencia, hijo, la ciencia.

-¿Entonces?

-Tú vete a casa, recupérate y ya hablaremos. Mejor, te enviaré el contrato por correo.

-Vale. Hasta otra.


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7 Comments:

Blogger DINOBAT said...

Hola que tal?, esta super chévere tu blog, yo tengo uno, en caso que quieras pasar, www.dinobat.blogspot.com, saludos,


JD

9:23 p. m.  
Blogger chousas said...

Selección del personal... como en la vida misma...

3:13 a. m.  
Blogger indah said...

Bueno:

- Bonhomía.
(Del fr. bonhomie).
1. f. Afabilidad, sencillez, bondad y honradez en el carácter y en el comportamiento

Me ha costado. Aunque el sentido general entendía porque voy conociendo a Pablo -no estoy muy segura de que él se conozca, o se juzgue con firmeza debida-. Pero en general está dentro del gráfico, sí :)) Bien. Ahora ¿qué?, ¿ein? No es por nada, chousas, pero le acabas de volar el puente, cachis en los mengues, y sin puente, ¿hará carrera como político? ¿No? ¿Y María? A María le pega un político al lado. Así es ella, sí (lo de falsa lo has dicho tú, conste :))
Nonono, yo no. Yo no puedo decir nada porque he estado malita y me he quedado debilucha (más :)), pues eso, no puedo porque me tienen "entre algodones". Puag, qué asco de pelusillas, luego querrán que no estornude, si es que...

¿viorgb? ¡¡Mon Die!!

9:03 p. m.  
Blogger chousas said...

O.o' Estooooo... indah... ¿Qué puente? ^^'

Además, con ese perfil tan honrado no daría un duro por él como político XD

1:44 a. m.  
Blogger indah said...

"Además, con ese perfil tan honrado no daría un duro por él como político XD"

Ajá, ajá, ajá, hemos dado con el punto. El punto... (uís, casi pongo G), bueno, el punto del puente -jobar, qué lío-. En fin, como decía, hemos llegado, si bien es cierto que ya hace rato, al punto del puente: al exacto. Y luego me preguntas ¿qué puente? Amosaver, ¿quién ha publicado los resultados de Pablo? Encuéntralo y tendrás el nombre de quien ha volado el puente de Pablo hacia su porvenir político; y no vale responder Sir Alec Guinness.

Negaré haber escrito esto. Sí. Y también negaré haber escrito lo anterior. Lo que pasa es que, antes se comía uno el papel, pero ahora, como no le "mangue" la colección de bichos a chousas (¡jo!, hasta que he dado con 'colección', puff, lo mal que sonaba "le mangue los -o sus- bichos a chousas" :)) y los suelte por aquí...

Vale, vale, ya me voy.

¡¡ulyrre!!

(suena a grito tirolés :)

10:59 a. m.  
Blogger Thalasos said...

Pues ahora entro y veo la tuyo, dino vampiro (dino-saurio, Bat, vampiro, ¿no?). Una broma de Pablo. Gracias por el chévere. ¿Mexicano, colombiano?
Da igual. Ya aceptan el término chévere en el nuevo diccionario. Aunqeu no me veo usando el término...salvo por escrito. Igual Pablo en el futuro...

6:23 a. m.  
Blogger Thalasos said...

Así que has estado entre algodones, ¿Indah? Igual que Pablo, entonces. Lo siento. Por Pablo no, que es fruto de las casualidades. Por tí.
Un besito.
Te mejores.
Y no te despeluches.
^0^
Y

6:28 a. m.  

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