23 de agosto de 2010

CERRADO

21 de marzo de 2010

Podcasts de Simpatía laboral


Una vez que he difundido las aventuras de Pablo en formato novela, a través de Internet y en dos formatos, pdf y e-pub, aproveché para realizar alguna lectura de capítulos que fueron apareciendo en este blog.

Los formatos están más cuidados, no hay faltas -quizás alguna de dicción- y se puede disfrutar de ella sin conexión a Internet. Se descarga y ya está.

En el caso de los podcasts, a los que se accede pinchando en el título de esta entrada, tienen la opción de ser escuchados en línea o descargarlos.

Más adelante aparecerán un par de entrevistas.

Ya informaré.

Y si llegas a leer la novela o parte de ella -son 300 páginas- pues hazme llegar tu opinión a través de un comentario.


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7 de diciembre de 2009

Descargas en la Internet


Supongo que a la hora de crear Internet se pensó, apenas, en la posibilidad de descargarse música o facilitar que se ganaran la vida las redes rusas o suecas de descargas de contenidos con copyright.

Al igual que los investigadores del Listerine o de Viagra tenían otras utilidades en la mente (un crecepelo el primero, un medicamento para el "aparato" circulatorio el otro).

En el modelo de toma de decisiones de la "
lata de basura", (en inglés) se especifica como algunas soluciones no resuelven el problema para el que fueron concebidas, sino otros.

Una de las dificultades para poner en orden el tema deviene de la desprotección en que se encuentra el creador y del
cabreo que le entra al descubrir como otros le hacen la pascua.

El P2P (peer to peer, colega a colega) está protegido, así que yo puedo facilitarte a quien quiera una copia del último de Cecilia Bartoli o de Kings of Convenience a mi cuñado, mi hermano o la vecina del quinto, sin que alguien venga a tocar a mi puerta. Igual que puedo prestarle un libro para que lo lea, dejarlo en la cabina de teléfonos para que circule por el mundo o comentarlo en mi página.

Con mayor o menor fortuna lo que se quiere regular es que unos fulanos mercadeen con la obra de otro en nombre de una libertad individual que en el caso de portales como
este tienen sponsores y otros modos de financiación.

La Ley no entiende, seguramente, que en el caso de Intenet, la gente no está por la labor de esperar a que la vecina le preste el libro y que desea tenerlo ya. Y que eso se lo van a ofrecer de todas maneras en algún lugar, esté ubicado el servidor en Mongolia o en el desierto del Gobi, que también linda con Mongolia.

Y que la fuerza del término GRATIS se conoce desde hace mucho tiempo. Basta con darse un paseo por los anuncios de TV, el supermercado o las investigaciones de laboratorio de marketing y psicología individual.

La Ley lo tiene difícil. Pero yo no tengo muy claro que no tenga su parte de razón, aunque la defienda una aparente minoría. Igual si se aprenden el modelo de la Lata de Basura, dan con una solución en la que no habían pensado.

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