28 de abril de 2006

Bronco CallCentre: Maoismo en ebullición

Un par de castposts, pinchando en el título

Los clientes les detestan.
Les atienden tarde, les dejan colgados al teléfono, con esa musiquilla irritante.
Les perjudican. No les dan razones, son incapaces de transmitir instrucciones correctas. Ni para configurar el ADSL, ni para realizar una imposición a plazo fijo con ese maravilloso interés del 6% mensual.
Apenas duran 6 meses en el trabajo del call centre, pero es que ¡Claro!
Si no saben hacer su trabajo. Les preguntas y no te dan razones. Que un primo mío de una de estas me ha dicho que no sabe porqué son tan tontos. Porque todas las instrucciones están en la pantalla. Les dan el trabajo hecho. Guión tras guión. Monos mal educados.

Si viviera Mao. Al final, todos los call centre habrá que llevarlos a China. Porque a esta baja productividad no se le puede contrarrestar con menos salario. Luego vienen los de los sindicatos a tocar las narices: Que si ganan poco, por allí, que si no pueden hacer una vida normal, por allá, que si la contaminación acústica cuando les insultamos.

Es que yo les tengo que insultar, porque no resuelven nada.

Como le dije a uno, un tal Chousas:

-¡Quiero hablar con el Director General!

Y va y me contesta:

-Pues como se ponga al teléfono, usted va a tener que abonar su salario a cobro revertido, señora. Y él me lo va a tener que incrementar a mi, porque resuelvo lo que ustedes desearían que les resolviera él. O sea, que soy prácticamente él, pero más útil ¿Le llamo?

Y el otro día. Por ejemplo. El pedido del sábado al restaurante chino se convirtió, por un error en dos raciones de gambas a la plancha, un batido de melón y una cazadora de los Penguin. ¡Pero si yo les había solicitado una foto del Gran Timonel! Desagradecidos.

Sí, les llamas y enseguida te dan su nombre y luego te preguntan por el tuyo y te llaman continuamente por él:

-Doña Eduvigis, le hemos enviado la cazadora, porque la foto del gran timonel viene como complemento de valor añadido al pedido A-122912, que incluye bolitas enharinadas de brócoli y membrillo al aroma pelágico del Mar Muerto.

No, cada día detesto más a estos calle centres como se llamen.

La Bronco Communication, empresa californiana, ha desplegado un servicio mundial de call-centres (TNYT, edición española de EL PAIS, jueves 27 de abril; Matt Ritchel).

Realizas tu pedido desde el coche, en un burger de Puerto Rico, te lo recepcionan en el pequeño pueblo de Santa María, avanzas unos metros con tu vehículo y lo recoges en el establecimiento. Tú no sabes que el operador está en otro país, tampoco te importa mucho. Lo que deseas es tu zumo de manglares, tu artinata con hamburguesa de capibara sudamericana y tus tortellini fiasco. el resto, tema de la empresa.

Con este servicio se gana en productividad, ya que el avance de un vehículo no impide la recepción del pedido del siguiente carro. Los 10'' que según la compañía tarda en avanzar son preciosos.

La gente de Santa María anda como loca con el servicio, claro. Además cobran la bonita suma de 6,75 dólares a la hora, no tienen seguro médico, pero pueden trabajar sin el fastidioso gorrito ni el delantal con el que asoman en las películas americanas.

Los 125 del call centre están bien entrenados. Reciben instrucción sobre trato al cliente, venta cruzada de productos, salutación y despedida. Si se les olvida, el sistema operativo vela por ellos:

Cada instrucción aparece en la pantalla. Hasta 95 pedidos a la hora son capaces de recepcionar en las horas puntas. ¡Soberbio!

Para mantener la atención concentrada, aparece en la pantalla del ordenador una luz cada poco tiempo. Disponen de 1,75 segundos para hacer clic en un pulsador.

¿El perro de Pavlov?

Pavlov trataba mejor a sus perros que estos del call centre.

¿Te imaginas una luz encendida cada vez que un directivo comete un error? ¿Un político?

El trato que recibe la clase trabajadora es cada vez más maoista y menos liberal. Curioso. Entre Taylor resucitado, aquel de los tiempos y métodos, y la ideología de Mao Ze Dong, se ha montado un modelo de dirección de recursos humanos precioso. Liderazgo Transformacional. ¡Puag!

Bueno, algunos de ellos se consuelan:

-Al menos no nos apesta a comida la ropa cuando terminamos el trabajo.

Ni la conciencia a maoismo. No como a otros. A los de la Bronco, por ejemplo.



22 de abril de 2006

Ponme las pilas. Póntelas tú también.

Cuando el doctor Martin Seligman se enfrentó a la depresión dentro de su propia familia, decidió, como otros muchos jóvenes en distintas épocas, encontrar lo que a buen seguro estaba en la naturaleza de las cosas y de las personas pero no era aceptable para ellos: El origen de esa enfermedad, estudiándola desde el punto de vista de un psicólogo neoconductista.

Su rabia se despertó y, en cuanto pudo se trasladó a Princeton a investigar sobre la depresión.

De sus trabajos surgió, como una hermosa y frondosa planta verde pistacho una línea de pensamiento que alcanza hasta lo que hoy se llama psicología positiva y de la que tantos economistas parecen saber más y más cada día.

La primera vez que Seligman, reconocido ya por sus avances sobre la depresión, entró en el ágora que le prepararon en un college de Oxford, se encontró con una pregunta que le obligó a cambiar la teoría, al menos en parte y acogerse a otras investigadoras brillantes como Abranson, para que le ayudaran a avanzar.

Hoy día, junto con otros psicólogos de renombre influye en la manera de tratar la depresión desde un paradigma, el positivo, que hace furor y llena las carteras de los economistas que se dedican a la psicología.

Cuando Teasdale, un psiquiatra, le abordó en aquella conferencia y le preguntó a que atribuía que un tercio de los humanos jamás cayeran en el desánimo de la depresión, aquel día en Oxford, no supo qué responder.

En realidad él contaba en sus escritos que si el control de una situación caía en manos de otros personas, si no podías actuar para cambiar las cosas, algo similar en sus síntomas a lo que conocemos como depresión podía acontecerte. Y lo había demostrado en el laboratorio, fastidiando a algunos perros.

Bueno, de hecho, se lo encontraron como resultado de un experimento menos ambicioso. Andaban con calambrazos entre las patas de los perros, cuando se lo encontraron.

¿El qué? La explicación plausible a la depresión. Cuando un miembro del grupo de perros experimentales no podía evitar de forma voluntaria que le dieran un "chispazo", se abandonaba en un rincón. Para evitarlo [el calambrazo] tenía que saltar de una parte de la jaula a otra, por encima de un separador-valla. Si la secuencia de calambrazo-salto-no calambrazo era incontrolable para el animal, con el tiempo dejaba de saltar. ¿Prefería el calambrazo? Pues sí. Lo aleatorio del resultado de su conducta le sumía en una profunda melancolía. Pobre Husky. A lo mejor no eran siberianos, pero me gusta pensarlo. Un día le escribo y se lo pregunto.

Para algunos investigadores posteriores, la teoría de la indefensión explicaba síntomas que se parecían más a un shock postraumático que a una verdadera depresión. Los síntomas de ambos procesos son muy similares, pero los diagnósticos distintos. Bueno un economista los diagnostica igual, escribe un libro y se queda con la pasta mientras que el resto en estado de shock.

La depresión tiene mucho que ver con una interpretación de los acontecimientos más negra de lo habitual. Bueno, que para Cioran, el filósofo rumano que vivía en París, España y Rusia eran países bastantes depresivos en su carácter e historia. Igual tenemos los depresivos que nos merecemos, según Cioran, claro. El filósofo rumano rico que vivió y murió en París. No sé en que orden ubicar las palabras de la frase. Cualquiera les serviría.

El shock es fruto de un verdadero trauma, normalmente físico: perder una pierna en el frente de batalla de la carretera, por ejemplo. O matar a tu madre mientras conduces tú, como le ha ocurrido a un joven esta semana santa, que mató a otras cuatro personas. Un shock de verdad.

Con Abramson surge la teoría de la atribución para explicar la depresión. Depende de a qué o a quién se le atribuya la responsabilidad del suceso -es mi propia culpa o es de los otros-, del efecto. Depende también de si lo consideras permanente o no -como en el chiste de la borracha y el feo, que al recriminarle este último su conducta, la borracha le espetó:"Pero a mi se me pasa mañana"- y de una tercera variable, su globalidad; si piensas que sólo afecta a ese aspecto o si consideras que es una causa que afectará a todos los aspectos de la vida -"si es que no valgo para nada" frente a "joder que mal hago yo estas cosas a veces"-, el que puedas ser catalogado de pesimista y propenso a la depresión u optimista y alejado de ella.

Vamos que el anibal del silencio de los corderos lo tiene difícil para caer en la depresión. El va de otro palo coliflor-cerebro. También muestra otras caracteristicas la mujer que fue empujada al metro de Madrid por un psicótico en estado de gracia, y perdió una pierna. Ella forma parte de ese tercio del que hablaba Teasdale.

Bueno, para no desanimar a nadie, el doctor Seligman se considera pesimista.

Josh: Are you an optimist?

Martin: I’m a born pessimist.

El resto de la entrevista, aquí

Por eso escribe sobre psicología positiva. Para animarse.

Pero no es depresivo, claro. Las dimensiones son distintas. Alguien puede suspender un examen pese a haberlo preparado concienzudamente, emplear unos días en elaborar su cabreo o duelo y volverlo a intentar. O quedarse en un rincón adormecido por el efecto de algún estupefaciente que le aligere del dolor. O las dos cosas, si se trata del tercer fracaso en las pruebas para bombero forestal, el mir o la judicatura. O de la enésima calabaza que recibes por parte del vecino del quinto, la señora del tercero o la joven conductora del autobús que sabes que salió en la revista interviu. Who Knows?

Con la ayuda de Abramson reformularon entonces hacia una teoría de la atribución: El humor depresivo tiende a atribuirse el origen del infortunio. El humor no depresivo tiende a hacer otro tipo de atribución: Externaliza, piensa que todo pasará, mañana será otro día o "voy a comprarme algo bonito, que ando jodida y me lo merezco".

El depresivo consideraría que la desgracia es responsabilidad suya y que además se va a quedar ahí para siempre. La puta desgracia, esa prima de chinchilla que todo el mundo tiene y alguna vez le presentan:

-¿Reconoces a tu prima?
-¿Lo que? Déjame que estoy muy triste.
-¡La puta de chinchilla. que ha venido a verte!
-¡Bueno, bueno! Pues que pase. Pero que no se quede mucho rato.

A partir de aquí el modelo de la atribución para explicar la depresión parece cambiar de propiedad. Se le puede atribuir a Aaron Beck, otro de los grandes psicólogos que han estudiado el tema y que forma la columna básica de la psicoterapia actual de la depresión -bueno aún quedan muchos psicoanalistas vivos y ejerciendo, pero ese es otro paradigma, menos utilizado en nuestros días y bastante más inútil en la enfermedad que en la riqueza, en mi opinión-. Una buena aplicación de las teorías cognitivas al tratamiento se encuentra en el libro de autoayuda: "Para salir del Laberinto", de Ramiro J. Álvarez. No, no es economista. Este sabe lo que dice.

Hoy [hace varios días] comentaba alguien en el telediario:

"Bueno, pues habrá que recuperarse. Hemos tenido un par de días buenos, pero luego ha llovido. Como ocurre todos los años. Hay que seguir." A este individuo, le vaya bien en su negocio o no, la depresión tardará más tiempo en cazarle que a otros muchos. Seguramente.

Las líneas de investigación frente a una enfermedad como la depresión están dando pasos importantes desde hace años, gracias a la farmacología y a la neuropsicología.

Bueno, también existe la Neuroeconomía, como corriente de pensamiento respecto de la toma de decisiones. Pero de momento, estos fenicios van a permitir que sean otros los que avancen en el estudio y sobre todo en el tratamiento de la depresión.
Que afecta a miles de personas en nuestro país, que acaba con las arcas públicas y enriquece a los directores de marketing de los laboratorios y a los visitadores médicos.

Los fármacos han derribado las defensas cerebrales y trabajado mucho sobre la recaptación de la serotonina, un neurotransmisor que genera pensamientos y conductas depresivas cuando tiene un funcionamiento incorrecto. ¿O era al revés?

La neurología ha comenzado a trabajar sobre la estimulación del área 25 del cerebro, a fin de rebajar sus niveles de excitación. Ello provoca un incremento de la actividad en los prefrontales, principalmente, y en el resto de la corteza cerebral. Como resultado, personas incapacitadas para muchas actividades cotidianas y fáciles, recuperan progresivamente el humor necesario para vivir, afrontar sus limitaciones y reducir parte del pensamiento rumiante que se les impone como un mantra durante la enfermedad. Bueno en proporciones de 8 a 12 o 6 a 8, según los ensayos. No funciona bien con todas las personas... aún.

En una entrevista a Rostropovich, de quien hace una semblanza Jeremy Eichler en TNYT del domingo 16 de abril, menciona que se le humedecieron los ojos al recordar a sus amigos Shostakovich y Britten: "Such people are no longer in this world".
Y que el año anterior ese sentimiento de una sencillez casi infantil también brotó cuando durante un debate sobre Prokofiev y Shostakovich le llevó a decir entre balbuceos. "les echo de menos, añoro a mis amigos". Pero eso no es depresión ¿Verdad?

Albert Jovell, entrevistado en EPS el pasado domingo por Milagros Pérez, da una lección de ¿Optimismo? No. De perseverancia e inteligencia. Es un enfermo de cáncer, con un pronóstico pesimista, que trabaja en el Foro español de pacientes, desde Barna. Es médico y paciente. Y lucha por la dignidad del enfermo y el derecho a un trato digno. Al tiempo, discute con sus colegas sobre cómo tratarse, claro. Y quiere que el resto de pacientes, de cualquier enfermedad, sea tratado con dignidad por sus médicos. [Y que no sean tratados por los economistas, añado yo.]
La periodista menciona la sensatez con la que habla Albert

Hoy [el sábado pasado] también aparece en la Prensa un reportaje sobre el ingreso de integración, una cantidad inferior a los 400€ mensuales, que reciben algunos miles de personas en Madrid. Normalmente, porque no han cotizado lo suficiente a la seguridad social, de acuerdo con las leyes, porque han agotado la prestación por desempleo o porque El Empleador ya no les quiere ni se espera que cambie de opinión.

Una de las personas tiene 44 años, degeneración en las vértebras, está medicado contra el dolor y en vías de entrar en un tribunal para obtener la incapacidad permanente. Un médico le está ayudando con los papeles. Él dice que nadie le hace caso. Algunos días, debe decidir sobre comprar el medicamento contra el dolor o comer. Por la foto que acompaña al reportaje te das cuenta de su estado.

Otra de esas personas, de 54 años, tiene 9 hijos, varias ex-parejas -y también son ex-hijos, de momento-, vive en la calle, en pleno centro de la ciudad con unos colegas de correrías, pide en las iglesias y supermercados y prefiere tomar el sol a acudir a un curso que no le va a servir para encontrar trabajo "ni para nada". Normalmente toman café a la misma hora y en el mismo bar, cerca del Palacio Real, como turistas eternos. Ahora con el sol en la calle se encuentra verdaderamente cómodo. Sonríe en la foto que le han hecho en su banco de la plaza.

No sé quien de los dos es más optimista -qué mentiroso, thalas.
Pero sí se quien de ambos está más indefenso.
Más propenso al dolor y a la depresión. Que, en realidad, es lo mismo. Aunque se localizan en distintos espacios mentales.

En Galicia han tratado a cerca de 500 enfermos de Parkinson con el mismo procedimiento que se experimenta en los depresivos profundos. Implantar un par de electrodos. Y el temblor y otros síntomas desaparecen con frecuencia.

A veces un calambrazo puede ponerte las pilas en estado de orden. Parar la entropía durante un tiempo. Dicen los físicos que una batería cargada es una batería en orden. Una batería que deja de funcionar correctamente, que se descarga en un momento, lo hace porque sus elementos han entrado en situación de caos, resultado de la entropía, esa tendencia de los sistemas a desequilibrarse, a darse caña. Ya sea un agujero negro, el lago Titicaca o la batería de un ipod.

Por eso mi tía Paqui andaba todo el día diciendole a la gente:

"A ver cuando te pones las pilas y empiezas a [lo que fuera]". Por eso. Para evitar a los demonios.





14 de abril de 2006

Aber zurich oder marbella?


Lo primero que ofrece google es el mapa de la ciudad.


Lo segundo una compañía de seguros del mismo nombre.

-¿Zurich? Si eso es lo más aburrido del mundo.

Eso me dijo. Ayer.

Sí, ayer mismo. El chico tiene 87 años. Y piensa eso de la mejor ciudad para vivir, según los consultores de la firma Mercer RH.

Así que investigas un poco, sobre la ciudad más aburrida del mundo, para saber porqué es la mejor para vivir.

Nada que hacer. Mercer vende el informe por 300 € así que la info quedará oculta en algún cajón o desktop o lo que sea de una multinacional.

La segunda ciudad de acuerdo al informe es:

- Ginebra.

Así que, definitivamente, las ciudades más aburridas del mundo son las mejores para vivir.

Tercera y cuarta:

Vancuver. ¿Dónde coño está esto?

Y Viena. Léase vin, con i laaaarga. En alemán.

Lo más emocionante de la primera de estas ciudades, Zurich, según apuntan las guías de turismo consiste en:

-Pasear por ella con una bicicleta que te prestan gratuitamente.
-Degustar un café mirando al lago.
-Visitar las torres gemelas de una preciosa iglesia.
-Gozar con la Rathaus. El ayuntament.
-Visitar el museo del reloj.
-Visitar la galería de arte más famosa de la ciudad.

Visitar, visitar, visitar.

¿Pero se trata del mejor sitio para vivir o es sólo para ver?

No se como los seres humanos nos encestamos en vivir en otros sitios.

Acumularnos. Como hormigas de Chousas.

Si la ciudad más grande de suiza, con unos 350 mil inhabitants es la mejor... Pues se lo cree uno y ya está.

Hosti, tú, Vancouver... Me he quedado tieso como un palo al verla en tercer lugar.


Hay un montón de festejos en abril: una ceremonia budista; otra judia, otra japonesa, otra hindú.

¡Ah! Y un desayuno con bunny y... algo más. Cincuenta festejos. En abril. Y alguno en mayo.

Definitivamente hay que pasearla. Zurich, digo. Aunque tiene un transporte público excepcional, se emplea poco. Es tan pequeña que no hace falta.

No obstante, el mejor transporte es el de Singapore, según los de Mercer, seguido por el de la siguientes ciudades: london, copenhagen, vancouver y hong kong.

En el tren de singapore, te van a soplar 4830 € 8 días. En el que he encontrado.

Pero no es el único. Hay otros medios de transporte, más económicos, claro.
Bueno, espero que sí.

Zurich tiene un típico mercado de las moscas -cualquier rastro se denomina un mercado de moscas en estas santas tierras proalemanas- donde te puedes emocionar con los relojes de cuco,
que son fantásticos. Cuando vayas, le traes uno a tu cuñada de recuerdo. Como no te vuelve a hablar en la vida, logras dos objetivos en uno: Cumplir y deshacerte de quien quieras.

Bueno, también dispone de una calle repleta de las mejores marcas. La calle de la estación.

Una especie de 5ª Avenida, de Regents Street,de Kurfürstendamm o de Boulevard des Capucines.

Y más Iglesias.

También un punto alto, el otero de la ciudad, desde el que ver los alpes en un dia claro.

Como Cruces en Bilbao, pero con más aburrimiento y seguridad.

Otra iglesia.

El ayuntamiento.

Otra iglesia más.

Y mucha historia.

No le gustan demasiado los guiris pobres -hay montones.

Tienen buena educacion. Son suizos. Famosos por sus internados.

¿Y de humedad?

Vete abrigada, anda.

Joder

Ya ni busco info sobre Ginebra.

Diez millones de europeos se quieren pirar del norte y pasearse por el sol.
En los próximos años el sur de Europa va a flipar con tanto suizo jubilado y al sol.
Que se preparen en Marbella.

No entiendo lo de Zurich.

Le dedicaré más tiempo.

Pobre Barna. La 44 del mundo en calidad de vida.

Pobre Madrid. La 45. Encima por detrás.

Pobre A Coruña. No está.

Pobre Oviedo.

¿Y San Sebas -Donostia? No se la espera.

¿Sevilla? ¿Granada? ¿Burgos?

Nop.

Nada de nada.

Lo mejor suiza.

Con 31000€ de ingreso medio por persona y 44m2 habitables -pedazo de vivienda-.

3 de cada 10 viven sólos. 7 de cada 10 mujeres trabaja.

Si Zurich tiene un índice salarial de 100, Barna y Madrid apenas superan el 40.

Ya mismo me hago miembro del club americano de Zurich

Ellos se vienen para acá. Así que yo me voy allí.

Que tienen uno para hombres y otro para mujeres.

Es suiza. Por favor. Aburrida. Pero Suiza al fin y al cabo.

Además, que tendrán internet, ¿no?





11 de abril de 2006

Reciclando. Jabón Jabón. (y 2)


¡Qué obsesión!
Desde hace años la cocina es una obsesión. No, la nevera puede estar vacía. Porque siempre nos quedará la pasta. Ese alimento sustitutivo del pan. Primer Alimento Natural. Qué curioso significado. Igual hasta es veraz.

En todas las casas está bien surtida la despensa de trigo preparado en cintas, tornillos, mariposas, penne, fetuccini...

Es el suelo. A la altura del suelo. Ahí comienzan los verdaderos problemas.

Dos cubos enormes, más un tercer recipiente. El espacio reducido a la mínima expresión.

En uno de ellos, lo orgánico, la basura de siempre.

De la que sobreviven tantos y tantos. Y no solo en México.

Por ejemplo, el abuelo que solicita una moneda en la puerta del supermercado. Con su silla, su manta sobre las rodillas, su gorra soviética con orejeras. Alguien le lleva, alguien le recoge. Por las noches le puedes ver rebuscando en los contenedores de otro supermercado.
Diversifica el negocio. Dinero en uno, bienes de consumo y algo de comida en el otro.

El otro. Sí, eso, que tengo otro cubo. Con la bolsa amarilla. A veces los confundo, así que el frasco de pvc va al cubo de la bolsa azul y los restos del pescado al de la bolsa amarilla. Cuando me doy cuenta del fiasco, -siempre me doy cuenta-, a desfacer el entuerto.
Rebusco en uno de los cubos, lo dejo en condiciones y hago lo propio en el otro.

A veces toca incluso limpiar los envases. Todo el reciclado desde casa.
Un tercer recipiente acumula el papel y el cristal.
Cada sábado, como un ritual, los contenedores de la calle reciben su ofrenda. El papel y el cristal.

Así que me he decidido a reducir mis deshechos. Al menos de jabón. Todos los restos los utilizo. No los de pescado no, no los de jabón. Para rellenar el frasco de jabón puedo usas lso restos de el de fregar, del jabón de manos, del jabón de afeitar.

A veces sale bien. No siempre. Como en este caso.
Hace varios días que el jabón de manos reciclado no lo emplea nadie. Y mira que me esforcé en prepararlo. Pues nadie quiere usarlo. Han preferido utilizar las pastillas tradicionales.
No, no tengo idea. Porque lo que contiene es jabón.

Tengo que cambiar de procedimiento. Reciclar los trocitos ha tenido excaso predicamento. Como aquel psicólogo, Kurt Lewin, que intentó convencer a las madres de la gran bretaña de lo buenas y nutritivas que podían ser las vísceras, que tanto despreciaban. Si con el paso del tiempo tuvo éxito -todos los pubs británicos preparan el mismo y asqueroso kidneypie desde entonces- yo no he de ser menos. No cejaré en el intento. He de cambiar sus actitudes. ¡Exacto!

He leído en algún lugar que puedo fabricar jabón desde cero, el mío propio. Que no es necesario utilizar los restos de los jabones industriales que adquiero en la droguería. Nada de coconut, triclosan, laurate, xilitol ni tensioactivos al 5%. Basta con mezclar aceite de oliva y sosa. Y sal, bueno y también perfume, si quieres.

Pero el aceite anda por los 5,4€ el litro, las 900 pesetas. Demasiado caro. Más que una botella de vino de crianza. Así que nunca he llegado a acumular los tres ni mucho menos los seis litros que, según parece, necesitaría para hacer jabón.

Me cuesta menos dinero olvidarme del jabón. Por 2,9€ me compro una botella de vino de crianza de la mancha y cuando me quiero dar cuenta, estoy tan ebrio que se me olvida adquirir el preciado aceite. Dos de vino y una de girasol por el precio de una y un cuarti de oliva.

Y es que, claro, reciclar los trocitos de jabón, los restos de gel y los de lavaplatos, así como el trocito de jabón lagarto, al final da un resultado aleatorio. Muy aleatorio. Algo así como con aspecto biológico. Y el que he conseguido ultimamente no le gusta a mi gente. Dicen que es muy blanco, blanco biológico.

Ni a los invitados. Dicen que tiene un aspecto así como que no lo van a usar. Pero a mi me gusta fabricarlo.¿Qué me sale muy blanco? Blanco ¿Y qué? dove es blanco, sanex también. Y a la gente les gusta, creo. Vamos que se venden bien. Yo no quiero comercializar mi jabón, sólo utilizarlo en casa. ¿En ocasiones especiales? En cualquier ocasión. ¡Si es jabón! Bueno, con agua. Pero nada. Lo miran desde lejos, hacen un mohín frente a él, ponen así, carita de asco y se dirigen a la cocina a lavarse las manos y la cara con el jabón de la cocina. Y no lo entiendo.

Hoy compraré aceite de oliva. Pero estoy pensando que los 6 litros, más la sosa caústica, más el agua mineral de calidad, para evitar el cloro y otros componentes, como por ejemplo la Antipodes, a 8 € el litro, me van a subir el coste a casi a 100 euros. Y si le añado perfume, otros 40 pavos. Un poco caro. Además, necesitaré el palo de una escoba, un recipiente grande para fabricarlo, otros más pequeños para almacenarlo.
No tengo suficiente espacio en la cocina.

Aunque si consigo sacar los dos cubos, el recipiente del papel y el cristal y la nevera, seguro que me caben todos los recipientes nuevos en el suelo. Por cierto, tengo que comprar tupperwares para almacenar los trocitos. Y una sierra de pelo, para cortarlos bien regulares.

Y tengo que añadir algo de jabón a la mezcla. Ya está. Usaré el jabón líquido de reciclado propio. No deseo tirarlo. Aunque, pensándolo mejor si me ayudan los míos a fabricarlo, y se enteran del jabón que he añadido, el del asco, son capaces de no dirigirme la palabra durante días.

Incluso de no lavarse. Puedo crear un foco de infección en mi casa por culpa del jabón. ¡Qué contradicción!

Voy a tirar los periódicos viejos y a comprar vino. ¡Ah! Y jabón líquido. Para las manos.

8 de abril de 2006

Reciclando envases y embalajes.

Un huevo de pascua pinchando en el título. Una broma.

En el origen el papel elefante permitió incrementar la higiene de la población hasta niveles de bienestar desconocidos hasta entonces.

Luego aparecieron los jabones franceses, envueltos en papel rizado, los jabones a la carta , el desodorante, con tulipán negro y rexona a la cabeza.

Surgieron, como por ensalmo, otros productos complementarios para la higiene: gel, champú, crema, otra crema, un producto post champú, otro antichampú, un gel papa moscas atrapamujeres, otro champú...
Con el paso del tiempo el envase adquirió una enorme importancia.

Influía en nuestra percepción, contribuía a la creación de la marca y facilitaba la distribución y el mantenimiento del producto. Resuelto técnicamente el envasado gracias al pvc, la hoja de acero y el envase tetra, la ciencia del mercadeo descubrió que el envase podía impactar más en la política de precio de una empresa que el producto en sí.

El envase era el catalizador. Todo el sistema de mercadeo alrededor del producto se concentraba en sus características. Una vez resuelto el tema del transporte y la seguridad de uso, el mercadeo había de proseguir su aventura.

Si el envase era el rey, el envase debía reinar. La cuenta de explotación dependía de él y de su permanente transformación.

Con el surgimiento de la distribución moderna, el envase reinaba incluso más. En la tienda el sistema visual humano era torpe. En la media distancia fracasaba.

La especialización del ojo en visión lejana-visión cercana durante los primeros tiempos de cazadores-recolectores, miopes e hipermétropes, dificultaba la indivualización del dichoso envase.

Más color, más formato, nueva paquetería, líquido, sólido, gaseoso. No sólo había que ganar la batalla desde cerca -situar el envase en lugar bien destacado, a la altura de los ojos y de las manos-, también había que ganarla de lejos, en la soledad de los lineales y las góndolas del carrefour. Más espacio dedicado a nuestro producto, mayores posibilidades de ser percibidos en la distancia.

Tanto almacenamiento de producto en el punto de venta influyó en el crecimiento de los establecimientos. No eran suficientes los 200 metros de tienda atiborrada de producto.

Había que hacerlas más grandes. El problema para los fabricantes ahora consistía en que acumulaban muchos productos pero los consumidores no compraban con más frecuencia. Así que llegaron las nuevas ideas.

Si los envases son más pequeños y si el dosificador es más grande, el consumidor cazador recolector tendrá que adquirir el producto con mayor frecuencia.

La pugna se intensificó. nuevos envases, más diseño, menos producto, más rotación, más precio, más publicidad, más esfuerzo para obtener menos. Menos por más es más.

Cuestión de tiempo que surgiera el reciclado del envase.

Bolsas y cubos y empresas. Recuperar papel, vidrio, cristal, metal, pvc, más envase menos producto. Una maquinaria ingente alrededor de un desodorante de un perfume de 30 ml. Diez céntimos de producto, 3 euros de valor, 12 minutos para reciclarlo.

Bolsas amarillas, bolsas azules, bolsas verdes. Seis componentes en el envase, tres materiales distintos, 10 céntimos de producto. Seis euros por su reciclaje. Mi tiempo, el de la recogida de basura, el del reciclado.

Ampliaron la boca del tubo de dientes, y lo redujeron de 125ml a 100ml a 75ml a 50ml.
Redujeron la botella de licor de 1L a 0,75l.
Redujeron el gel de 1L a 0,75l, a 0,35l.
Redujeron el perfume hasta los 50ml, los 30ml.

Pagamos por el envase. Definitivamente.

El perejil se vende a 12€ el kilo, en bolsitas de 20grs.

El perifolio al mismo precio. ¿Coincidencia? No. Se trate de lo que se trate, no más de 10 céntimos. El resto, el puto envase.

El agua del grifo cuesta menos de un euro por metro cúbico. Al menos en teoría. La misma cantidad pero embotellada sube a 350€.

Las aguas embotelladas de superlujo ya están tocando a la puerta. Packaging del bueno. Mientras viertes el líquido -menos de 10 céntimos, recuerda- puedes sentarte sobre el envase. Saciarás todo tipo de sed.

Envases más pequeños, sonrisas próximas. ¿Que recicle qué?

Recicla tu modelo de negocio, bribón. Envases grandes, más producto, menos precio, menos rotación. Sabemos cuál es el modelo.

A ellos no les gusta. Pasar de los 10 céntimos de producto es inmoral, según su punto de vista.

Un poco más de producto en el mismo envase reduciría costes, inflacción y contaminación. Y si necesitas mas mercado, el mundo es muy muy grande.

Aprende a vender en otros mercados.

O ahorra costes, que de eso sabes mucho: coca, gillette, loreal, sara lee, procter, henkel, unilever, mahou, jonhson, nestle, heineken,...

Todos saben. Todos son unos bribones consentidos.
Mercadeo. Como si fuera la única solución y además para todo. El mil usos suizo.

1 de abril de 2006

Vértigo de primavera en Euskadi


Soy de la opinión que a ETA la depurarán los propios vascos. De hecho ya lo hacen. La huelga no fue un éxito. La mitad de ellos no emplean el euskera exclusivamente y cerca de la mitad votan otra cosa, no nacionalismo.

Cuando pienso en los tiempos que me tocan vivir, me entra vértigo. Apenas pasajero.

Cuando pienso en lo que soy, el vértigo es mayor.

Eso es madurez. no, prudencia, no, madurez de la otra. Del paso de los años.

La primera expresión se refiere al espacio, el que ocupo en cada uno de los momentos de mi vida.

La segunda ha de ver con el tiempo personal, una vida al margen de los visillos.

La tercera, madurez, es el tema.

ETA está madura. Aún no se cayó. Pero está de temporada. Ya le toca.

Pero a muchos les da más vértigo cosechar que ver cómo crece el fruto.

Un ejemplo:

Las flores del almendro y el olor del azahar son más vívidos como metáfora para cualquier se mueva en coche que la almendra en sí o la naranja. Y si es en semana santa, la caraba. Porque el equinocio manda.

Rompamos la magia, que aquí, solo se trataba de un truco.

Si es cierto lo que dicen los científicos, tardas unas cuatro semanas en consolidar algo que merezca la pena en la, cabeza. Aunque en cuatro horas se puede crear una conexión neuronal que dure muchísimo tiempo. Una conexión, cuatro horas. Una red neuronal, cuatro semanas.

Que te puedes enamorar de por vida en cuatro horas, pero necesitas al menos cuatro semanas en decidirte para casarte.

Y cuanto tiempo necesitas desde que inicias un proceso de ideologización hasta que te lo crees completamente. Ya, que es difícil el lenguaje. Disculpas. Mil disculpas.
A ver: si te crees algo, digamos, hasta el corvejón, cuándo te das cuenta de que es sólo una creencia. ¿En cuatro semanas? Supongo que necesitas mucho más tiempo.

Normalmente es por la influencia de nuevos estímulos por lo que cambias. De otras personas con distintas creencias. Un afroamericano se convierte en musulmán por no sé qué creencia; un español se viste de negro en señal de luto. Un chino de, blanco. Las creencias, por difícil que parezca, pueden modificarse. Los valores tardan mucho más en modificarse.

Hace algunas semanas filmaron a dos etarras en su propio entorno. Los filmaron a escondidas. La gente de tele5.

Uno de ellos afirmaba que no lo volvería a hacer, más o menos. El otro que lo hicieron y bien hecho está, porque la víctima era un confidente. Cada uno ha modulado sus creencias según los estímulos a que ha querido someterse durante el tiempo.

A los presos de ETA les cambiarán las creencias cuando se vean expuestos a nuevos estímulos. Al menos a la mayoría.

No vale con tenerles 40 años en la cárcel. Primero, porque las cárceles están saturadas, así que no parece que cumplan la labor de rehabilitación que se les ha encomendado.

Segundo, porque se habla con demasiada frivolidad de años de cárcel.

Cuarenta es una eternidad para un humano. Aunque sea vasco y de Bilbao.

Los vascos se han inventado a sí mismos. Igual que los catalanes y que los españoles.

Pero son más de dos millones de personas. Y no se les puede negar el pan ni la sal.

Su bandera la inventaron los Arana a imagen y semajanza de la Union Jack británica. Así que están abiertos a las influencias externas.

El resto de los cuentos que se narran a sí mismos, también se los inventaron. Como bien cuenta Jon Juaristi en su libro el linaje de Aitor: "... la aparición de una preocupación por establecer una diferencia en términos biológicos entre los vascos y los españoles[refiriéndose a Goizueta]" y en otro pasaje: "... con al invención de Aitor, Chaho perseguía el doble objetivo de ... dotar a los vascos de un antepasado común porpio... distinto de los españoles... y separar la genealogía del pueblo vasco de la de los pueblos semíticos".

Y aún en otro lugar: "[Sabino Arana,fundador del PNV] recogió los argumentos y símbolosque tendían a reforzar... peculiaridad étnica e independencia ancestral de los vascos.

Rechazó los elementos ideológicos que enfatizaban los lazos históricos que les unían con los demás pueblos de España".

Supongo que entre todos los políticos podrán encontrar una solución al entramado.

Si hoy día existen más países que cuando estudiaba Geografía en el colegio, también puede haber más fórmulas de convivencia que en aquel entonces.

La violencia es más preocupante que la indiferencia. Y a mi me importa tres narices lo que un vasco le cuente a otro vasco sobre mi modo de vida o mi acervo genético.

Cambio de canal en esos momentos y a otra cosa. Pero sin violencia, hasta se olvidarán de hablar de nosotros como lo vienen haciendo. Les cambiarán las crencias. Seguro.

Y discutiremos de si mola más una paella que un txangurro.

O de la antigüedad de un plato y del otro. Conversaciones aburridas, que ya hacen falta.